Nos hemos comprometido con la transición hacia una economía con cero emisiones netas de carbono. El deshielo del Ártico, la muerte de los arrecifes de coral, las sequías en la selva del Amazonas y los incendios forestales son ejemplos de la emergencia climática. Los niveles actuales de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera son los más altos que se han registrado en miles de años. Para que el planeta Tierra tenga un futuro sostenible, la economía mundial necesita urgentemente llevar a cabo la transición hacia las cero emisiones netas.

Hacerse cargo del problema

Los gestores activos pueden desempeñar un papel fundamental en la transición hacia las cero emisiones netas. Antes de invertir en los bonos de una compañía, llevamos a cabo un análisis crediticio muy exhaustivo que incorpora un estudio completo sobre las cuestiones medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), junto con una evaluación del negocio, la situación financiera y el atractivo relativo.

Es fundamental trabajar con los equipos directivos para destacar la importancia de mejorar la divulgación sobre los factores ESG, especialmente en la renta fija, donde la información a menudo no es tan completa como la que reciben los inversores en renta variable. Simplemente no es posible establecer objetivos significativos de reducción de emisiones y diseñar planes para cumplir con ellos sin pasar primero por el proceso de evaluación. Una buena oportunidad para impulsar el diálogo es animar a la compañía en cuestión a informar de acuerdo con el marco del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD)1 y a establecer objetivos con base científica2.

Uno de nuestros principios fundamentales es que debemos hacernos cargo del problema del carbono, no traspasarlo. Las políticas de exclusión puras aplicadas a sectores con elevadas emisiones podrían disminuir la huella de carbono de una cartera, pero evitan el núcleo de la cuestión. Con el fin de cumplir con los objetivos del Acuerdo del Clima de París para limitar el calentamiento global claramente por debajo de los 2 grados (preferiblemente 1,5 grados), los grandes emisores deben evolucionar considerablemente. El hecho de excluir estos sectores en su totalidad no hace que el problema desaparezca. En lugar de eso, destinamos capital y dialogamos con las empresas que son capaces de cambiar y están dispuestas a hacerlo.

Asimismo, presionar a las compañías para que se deshagan de sus «problemas» podría favorecer la imagen que proyectan en los análisis ESG, pero no resuelve esos problemas. Un ejemplo que lo pone de relieve fue la venta en 2019 por parte de BP de su negocio de petróleo y gas en Alaska a la compañía Hilcorp Energy, una empresa estadounidense en manos privadas. En unos meses, las emisiones del negocio se dispararon casi un 9%. Esto podría haberse evitado si BP hubiera mantenido la propiedad ya que, como empresa cotizada, es probable que los impactos de sus operaciones se hubiesen sometido a una mayor vigilancia.

Nosotros no descartamos invertir en compañías que actualmente tienen una huella de carbono importante. Podemos invertir en ellas si de acuerdo con nuestra evaluación la compañía es capaz de cambiar, su equipo directivo está comprometido y se pueden conseguir progresos tangibles. El diálogo, en lugar de la exclusión total, es la clave para combatir la emergencia climática. Un gran equipo de analistas de renta fija privada es un recurso muy valioso a la hora de dialogar con los emisores corporativos para conseguir un cambio real.

A continuación, presentamos una breve descripción de dos emisores de bonos (no necesariamente posiciones de nuestros fondos) para ilustrar nuestros planteamientos.

Eni

Actualmente nuestro mundo todavía depende en gran medida de los combustibles fósiles, que representan alrededor del 80% de la producción energética mundial. No podemos desconectar esta fuente de energía sin una alternativa. Creemos que las grandes empresas energéticas pueden formar parte de la solución para conseguir un futuro más sostenible. Dentro de la industria energética, en nuestra opinión, Eni está a la cabeza del pelotón.


Eni es una de las compañías energéticas integradas más grandes del mundo. Dentro de su negocio de exploración y producción, la contribución del gas natural (de menor intensidad en emisiones de carbono que el petróleo y el carbón) es más grande que la de la mayoría de sus homólogos. Su presencia en las energías renovables también es considerable en comparación con compañías similares. Eni tiene una exposición reducida a la industria estadounidense de fracturación hidráulica, muy polémica desde el punto de vista medioambiental.


Eni posee una estrategia de descarbonización bien articulada. Esta estrategia comprende: un importante incremento de la capacidad de generación eléctrica a partir de energías renovables, un mayor uso de las tecnologías de captura de carbono, la preservación de los bosques como compensación de carbono y, por último, el giro continuado hacia el gas natural y el alejamiento del petróleo. La compañía espera alcanzar las cero emisiones netas (alcances 1, 2 y 3) en 2050 a través de objetivos intermedios bien definidos, así como un plan de inversiones que apoya sus esfuerzos a este respecto. Actualmente la compañía suministra algo menos del 1% del consumo mundial de petróleo y gas. La empresa pretende dar un giro y disponer en 2050 de activos renovables capaces de generar por sí solos cerca del 1% de la demanda total de electricidad del mundo.

 

Conclusión: Eni ocupa actualmente una posición relativamente adelantada en comparación con muchas empresas del sector en lo que se refiere a su capacidad y su predisposición a cumplir con la transición hacia las cero emisiones netas, a lo que hay que sumar unos planes bien definidos para conseguir sus objetivos. Seguimos colaborando estrechamente con su equipo directivo.

JPMorgan Chase & Co

JPMorgan es uno de los bancos más grandes del mundo y su enorme capacidad de crédito beneficia a muchas empresas que solicitan préstamos. La entidad es el blanco de muchas miradas por el importe total en dólares de los préstamos que concede a las industrias intensivas en carbono, pero expresado como porcentaje de su cartera de préstamos, este importe es muy inferior al de muchos de sus homólogos. En nuestra opinión, su escala hace que pueda contribuir en gran medida a la transición hacia las cero emisiones netas, si adopta el enfoque adecuado.

 

En los últimos años, JP Morgan Chase & Co ha mejorado mucho su divulgación en torno a las emisiones de los alcances 1, 2 y 3 y ha establecido objetivos para reducir la intensidad de las emisiones de alcance 3. En 2030, los objetivos de intensidad de carbono de sus carteras impondrán una reducción del 15% en el petróleo y el gas (gCO2/MJ), una reducción del 69% en la electricidad (kgCO2/MWh) y una reducción del 41% en la fabricación de automóviles (gCO2e/km). Limitarse a reducir las inversiones en los sectores con una alta intensidad de emisiones de carbono no es la solución: todavía necesitamos generar suficiente electricidad a un precio razonable. Con esta idea en mente, nos alegra comunicar que la entidad se ha comprometido a financiar o facilitar inversiones en soluciones sostenibles por valor de 2,5 billones de dólares durante los próximos diez años, incluidos los bonos verdes y los bonos sociales.

 

Conclusión: Hemos acogido con satisfacción el rumbo que ha tomado JPMorgan Chase & Co, pero nos gustaría que la información que divulga sobre la intensidad del carbono fuese más pormenorizada. También nos gustaría contar con una hoja de ruta clara para realizar un seguimiento del progreso de los objetivos de reducción. Seguimos dialogando estrechamente con el banco junto con un equipo de gestores de Jupiter en las diferentes clases de activos con el fin de conseguir estas mejoras.

The value of active minds: pensamiento independente

Una característica clave del enfoque de inversión de Jupiter es que evitamos la adopción de una visión de la casa, prefiriendo permitir a nuestros gestores de fondos especializados formular sus propias opiniones sobre su clase de activos. En consecuencia, debe tenerse en cuenta que las opiniones expresadas -incluidas las relativas a consideraciones medioambientales, sociales y de gobernanza- son las del autor o autores, y pueden diferir de las opiniones mantenidas por otros profesionales de la inversión de Jupiter.

Información importante

Este documento está destinado a los profesionales de la inversión y no es para el uso o beneficio de otras personas, incluidos los inversores minoristas.  Este documento tiene únicamente fines informativos y no constituye un asesoramiento en materia de inversión. Se ha hecho todo lo posible para garantizar la exactitud de la información, pero no se ofrece ninguna garantía. Los ejemplos de participaciones tienen únicamente fines ilustrativos y no constituyen una recomendación de compra o venta. Emitido en el Reino Unido por Jupiter Asset Management Limited, con domicilio social: The Zig Zag Building, 70 Victoria Street, London, SW1E 6SQ está autorizada y regulada por la Financial Conduct Authority. Emitido en la UE por Jupiter Asset Management International S.A. (JAMI, la Sociedad Gestora), con domicilio social en 5, Rue Heienhaff, Senningerberg L-1736, Luxemburgo, que está autorizada y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier. Ninguna parte de este contenido puede ser reproducida de ninguna manera sin la autorización previa de Jupiter Asset Management Limited. Ninguna parte de este documento puede ser reproducida de ninguna manera sin la autorización previa de JAM o JAMI.